viernes, 24 de junio de 2011

Hanji: el arte milenario del papel coreano que perdura | lagranepoca.com

Hanji: el arte milenario del papel coreano que perdura | lagranepoca.com


Hanji es un papel tradicional que los artesanos de Corea han estado produciendo durante más de un millar y medio de años. Pero ahora, en tiempos de cambio, unas pocas personas están luchando por mantener viva esta antigua industria.
Este antiguo papel posee una gran cantidad de usos. En las casas tradicionales se lo utilizaba como vidrio para cubrir puertas y ventanas, para mantener cálidas las habitaciones y para protegerlas del viento. El hanji puede hilarse como el algodón y tejerse como tela para hacer ropa.
Este papel ancestral se utiliza en muchas formas de arte tradicionales de Corea, como la caligrafía y la pintura con pincel. Se tiñe y se utiliza para hacer lámparas de colores, abanicos, cajas, e incluso máscaras ceremoniales. Se aplica también en la decoración de todo tipo de muebles, y alguna vez se lo utilizó para hacer armaduras resistentes a las flechas. Algunos textos antiguos de más de mil años fueron preservados del deterioro gracias a haber sido escritos en hanji.
Después de la muerte, muchos coreanos incluso son cremados con vestimentas de papel hanji.
El centro de producción del tradicional hanji de Corea del Sur está en Jeonju, una pequeña ciudad en el suroeste del país. La ciudad es famosa por sus muchas tradiciones y formas de arte autóctonos, incluidos el Pansori -una forma de canto folclórico-, y el Bibimbap -un plato picante de arroz-. Jeonju es también conocida por sus típicas casas coreanas de madera, llamadas Hanok.
En una vieja esquina particularmente famosa de Jeonju, conocida como la aldea Hanok, hay una fábrica de hanji. Está ubicada en un tradicional edificio de madera con ventanas de papel Hanji y está llena de maquinarias desvencijadas acompañadas del sonido del chapoteo del agua.
El propietario de la fábrica, Kang Kapseok, comenzó a hacer Hanji cuando era joven, después de una visita a las montañas cercanas.
“Fui allí [a las montañas] y vi la técnica para fabricarlo”, dijo. “Era tan hermoso, que quise hacerlo”. Desde entonces, ha dedicado su vida al negocio del Hanji.
Este consagrado fabricante señala que la fabricación del papel coreano se hace en varias etapas.
“La madera de árbol de mora es materia prima”, nos cuenta. “Desde principios de diciembre y hasta febrero, cortamos los árboles de mora. Primero, ponemos la corteza en vapor para separarla de la madera. Luego, a través de un proceso de ebullición, blanqueamos la pulpa de la madera”.
La pulpa de madera fina se mezcla con agua y se vierte sobre una malla de bambú que recoge una fina capa de las fibras empapadas. Cuando el agua es completamente drenada, la capa de puré se asemeja a una hoja de papel mojado. Las hojas se apilan y se secan. Mientras las hojas se secan, las fibras se unen y con la ayuda del almidón natural del árbol, forman finalmente un papel fuerte y duradero.
La fábrica de Kapseok está abierta al público y es muy popular. Además, su esposa tiene una tienda de regalos, donde los visitantes pueden comprar hojas de Hanji teñidas del color que se imagine. La tienda también vende regalos, artículos de hogar y artesanías hechas de papel.
Pero actualmente sólo el 70 por ciento del Hanji que se produce en la fábrica de Kapseok es vendido. Cuando la economía de Corea del Sur entró en crisis hace una década, la popularidad del Hanji cayó y nunca se recuperó.
“El número de personas que escribe y dibuja en Hanji ha disminuido, y se importa un papel similar desde otros países con mano de obra barata”, cuenta Kapseok. “El Hanji coreano no es competitivo. Desde el cambio de siglo, el gobierno estuvo subsidiando la industria de Hanji”.
“A principios de los 90, había más de 100 empleados en la fábrica, pero ahora quedan menos de 10 personas”.